Educación ambiental, una forma de cuidar el medio ambiente

La educación ambiental es la enseñanza con la que creamos valores y hábitos para cuidar y proteger nuestro entorno natural, con el objetivo de formar y fomentar una sociedad activa en el desarrollo sustentable desde la infancia y a lo largo de la vida de las personas; de tal forma que, esté presente en las aulas y cada aspecto de la vida diaria: movilidad, consumo responsable, trabajo, etc.

La UNESCO considera que “la educación ambiental puede ser una poderosa palanca para transformar nuestra relación con la naturaleza”, por lo que en el 2021 realizó revisión de planes de estudio en más de 50 países, demostrado que más de la mitad de ellos no cumplen con los lineamientos recomendados. La organización también considera que el éxito de este programa de educación ambiental acerca a la sociedad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030.

Hablar de educación ambiental es hablar de crear una conciencia en la sociedad de cómo enfrentar el cambio climático, cada vez más evidente en el planeta. Se trata de que gobiernos, empresas y sociedad trabajen en conjunto, para interactuar de forma sana con su entorno, de usar de manera responsable los recursos naturales y apoyarse de nuevas técnicas de reciclaje o rehusó para no comprometer el ecosistema futuro, es decir, generar una guía de sostenibilidad.

A continuación, describimos tres temas fundamentales dentro de la educación ambiental.

Consumo responsable, clave para cuidar el medio ambiente

Se trata de aprender a hacer uso de productos basando nuestra decisión tanto en las características e ingredientes, como en las consecuencias medioambientales previas o posteriores a su utilización o consumo. Debemos preguntarnos, desde que se elige en el anaquel ¿cómo fue elaborado?, ¿cómo dispondré de el empaque? y ¿a dónde irán a parar sus desechos?
De acuerdo con la Junta de Andalucia, España; un consumo responsable debe cumplir algunas características:

  • La selección como un hecho consciente, libre de influencias externas.
  • Crítico, ante las condiciones sociales y ambientales en las que se elaboró.
  • Ético, basado en valores como la responsabilidad.
  • Ecológico.
  • Sostenible con las generaciones futuras.

Una vez que se eligen y consumen los artículos, este razonamiento continúa al responsabilizarte de los desechos para que no se vuelven basura y te alejes del modelo tradicional de economía lineal (adquirir, usar y eliminar); sino que los integras a un proceso más amigable con el ambiente: la economía circular (reducir, reutilizar o reciclar), extendiendo de esta forma su vida funcional.

¿Por qué lograr ciudades sostenibles?

Pasar de la planeación a acciones concretas es la clave. Los esfuerzos colectivos son un factor determinante para la protección del medio ambiente. Aunque la problemática es global, son los países en desarrollo quienes más se verían afectados al evadir el tema, por ello las grandes ciudades en el mundo ya apuestan por cambiar sus formas de relacionarse con su entorno al aplicar la educación ambiental en grandes modelos de beneficio social. Por ejemplo, Dinamarca -que se encuentra entre los países que lideran la transición hacía las energías limpias-, produjo el 56% de su energía eléctrica con turbinas eólicas en 2020, además, ha mostrado interés en promover el uso de los vehículos eléctricos y el poder del bioetanol para el transporte público.

Alemania muestra un avance récord en la implementación de energías renovables al alcanzar una generación de energía eléctrica de 57.7% de su requerimiento para la población durante el primer semestre del 2023; dentro de estas energías, la eólica marina desempeñó un papel importante, representando el 31.1%, seguida – a pesar de ser un país de Europa del norte- por la energía solar con un 12.1%

En México, diferentes industrias han tomado acción para avanzar en el camino de la sostenibilidad. Por ejemplo, las empresas que integran la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) se han comprometido a reducir 16% las emisiones de Gas Efecto Invernadero (GEI) de sus operaciones e incrementar su eficiencia energética utilizando más fuentes renovables de energía como la solar o la eólica.

Durante este 2024 algunos de los asociados a MexBeb ya sustituyeron los montacargas de combustible (gas LP) por montacargas eléctricos y han incrementado el uso de vehículos eléctricos e híbridos, avances considerables de cara al 2030.

Agenda 2030 – Objetivos encaminados al cuidado del medio ambiente

Aunque puede parecer que la educación ambiental es una acción pequeña que sólo beneficia a nuestro entorno inmediato, va más allá. La Asamblea General de la ONU adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad. La Agenda implica un compromiso común y universal, pero también compromisos específicos ya que cada país presenta retos particulares para los que deberá buscar soluciones específicas.

La Agenda plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado que abarcan las esferas económica, social y ambiental. De estos 17 objetivos, ocho se relacionan directamente con el cuidado del medio ambiente.

  • Objetivo 6 – Agua limpia y saneamiento
  • Objetivo 7 – Energía asequible y no contaminante
  • Objetivo 9 – Industria, innovación e infraestructura
  • Objetivo 11 – Ciudades y comunidades sostenibles
  • Objetivo 12 – Producción y consumo responsable
  • Objetivo 13 – Acción por el clima
  • Objetivo 14 – Vida submarina
  • Objetivo 15 – Vida de ecosistemas terrestres

Si analizamos los daños hechos al ecosistema, parece difícil pensar que podemos repararlos y aportar algo con nuestras acciones de manera individual, sin embargo, la educación ambiental es una forma de comenzar y para que las nuevas generaciones se encaminen también hacia ello.