El agua y el desarrollo de la humanidad son conceptos indivisibles. La importancia que tiene el líquido en las actividades de los seres vivos es fundamental, de ahí que sea necesario tomar conciencia sobre su cuidado y en ese camino orientar nuestros esfuerzos.
El líquido vital corre por tres cuartas partes del planeta a través de mares, arroyos, ríos y lagos, esta idea puede dar un sentido de abundancia; sin embargo, se calcula que el 97% es agua salada y sólo el 2.5% del agua que existe en la Tierra se considera dulce o apta para el consumo humano, ya que un 0.5% de agua dulce se encuentra en depósitos subterráneos.1.
Y existe una limitante más para el acceso al agua dulce, ya que sólo el 0.3% se encuentra en ríos y arroyos que facilitan el acceso al suministro de agua para el hombre, el resto se encuentra en glaciares y casquetes polares que la hace no disponible temporalmente.
Otro de los grandes retos a resolver es la contaminación del agua producida por virus, bacterias, fertilizantes, incluso sustancias radiactivas que cambian su composición química y la hacen tóxica para el consumo humano.
Hay regiones en las que existen grandes cantidades de agua, pero con condiciones de sanidad inadecuadas que provocan enfermedades como diarreas, colera, fiebre tifoidea, entre otras; que pueden ocasionar la muerte de las personas.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), en 2019 más de 297 mil niños menores de 5 años murieron por enfermedades diarreicas causadas por las malas condiciones sanitarias del agua que consumieron.
Además, otro de los retos es el aumento de la población mundial que se triplicó durante el siglo XX lo que representó un alza de seis veces la demanda 2, aunque la cantidad disponible del líquido sigue siendo la misma.
La OMS estima que una persona necesita 100 litros de agua al día (alrededor de 5 o 6 cubetas grandes) para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene.
Estas condiciones han llevado a que organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidades (ONU) intenten mejorar el acceso al agua y crear nuevas posibilidades para las personas en algunas de las comunidades más remotas del mundo. El sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para alcanzar un mejor futuro, busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos3.
En México…
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el país es el desperdicio del líquido, pues de acuerdo con el estudio “Water Governance in Cities” 4, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), existe un alto desperdicio de agua.
El estudio midió el porcentaje de agua desaprovechada de 42 ciudades de países miembros y reveló que, en México, la ciudad donde más se desperdicia el agua es:
- Tuxtla Gutiérrez con casi el 70%.
- San Luis Potosí con el 50%;
- Ciudad de México con más del 40%,
En menor porcentaje Chihuahua, Toluca, Querétaro, Culiacán, Acapulco y Hermosillo.
Ante este contexto, se han implementado grandes esfuerzos de distintas autoridades e iniciativa privada para cuidar el agua.
Programas como el de Cosecha de Lluvia en la Ciudad de México ha mejorado el abasto de agua en las colonias de menores ingresos, mediante la instalación de sistemas captadores de agua de lluvia, para que tengan una fuente alternativa de suministro para uso doméstico durante la temporada de lluvias, que se traduce en aproximadamente de 5 a 8 meses de disponibilidad 5.
Mientras que la iniciativa privada se ha sumado a la labor del cuidado del agua con acciones específicas. Un ejemplo reciente fue la donación de líquido concesionado a la Ciudad de México por parte de las empresas: Grupo Modelo, Grupo FEMSA, PepsiCo, Lala, Procter and Gamble, entre otras.
El programa Ahórrate un chorro en Nuevo León, es otro valioso ejemplo, con el que se busca que a través de regaderas ecológicas se disminuya el consumo de agua, con una importante reducción de 10 litros por minuto a 3.4 litros.
En ese sentido, los Asociados a MexBeb, como parte de su estrategia de sostenibilidad de cara al 2030, impulsan uno de sus cuatro compromisos al uso eficiente del agua. La meta es utilizar 1.47 litros de agua por litro de bebida producida, lo que implica una reducción adicional del 5%.
Para lograr este fuerte compromiso, se realizan diferentes acciones que permitan el uso responsable del agua.
- La creación de fondos de agua;
- Reabastecimiento de acuíferos en el norte de México;
- Construcción de humedales basados en la naturaleza;
- Instalación de sistemas de captación de lluvia en escuelas;
- Construcción de ollas captadoras de agua, pozos y lagunas de absorción
- Donación de agua de plantas de tratamiento,
- Reúso de agua tratada para riego.
Sumado a estos trabajos, la creación de áreas verdes y servicios de preservación ambiental favorecerán sustancialmente la captación de agua y la recuperación de los mantos acuíferos en las zonas en las que se realiza.
La relación consciente entre problemática y acciones permitirá ofrecer resultados y garantizar a las futuras generaciones del mundo el acceso al agua de calidad.5
¿Cuánta agua potable hay en la Tierra?. Fundación AQUAE 1
Oxfamméxico. 2
OrgOnu.org 3
OECD Studies on Water4
Gobierno.cdmx.gob.mx 5